Los expertos coinciden en que en la mayoría de los casos la enfermedad de Alzheimer se desarrolla como resultado de diversos factores como la edad, la genética y el estilo de vida entre otros. Aunque algunos factores de riesgo, como la edad o los genes no se pueden cambiar, otros como la presión arterial alta y el sedentarismo, son básicos para reducir el riesgo.
La investigación en estas áreas puede conducir a nuevas formas de detectar a las personas con mayor riesgo y aunque es cierto que el Alzheimer se vuelve más común con la edad, no debemos asumirlo como una consecuencia inevitable del envejecimiento.
Entre otras recomendaciones, los hábitos saludables pueden ayudar a prevenir el Alzheimer al igual que otras dolencias que hemos tratado anteriormente en este blog; es fundamental cuidar nuestro estilo de vida para adelantarnos y prevenir en muchos aspectos esta enfermedad que cada 3 segundos diagnostica un nuevo afectado y a medida que aumenta la esperanza de vida de la población, también lo hace la tasa de diagnósticos.
El ejercicio físico (media hora de actividad al día), la actividad cognitiva (leer, aprender nuevas habilidades, hacer crucigramas…), mantener relaciones sociales y la dieta tienen un papel muy relevante en la salud de nuestro cerebro, además de la importancia de dormir lo suficiente, ya que es un proceso vital de descanso y recuperación para todo nuestro cuerpo. Aunque la investigación aún está evolucionando, la evidencia de que las personas pueden reducir el riesgo haciendo estos cambios clave en el estilo de vida y complementando la participación en actividades regulares y el mantenimiento de una buena salud cardíaca es sólida.
Por otro lado, cuando hablamos del Alzheimer sentimos la empatia por la persona afectada pero debemos ponernos en su piel en la medida de comprender cómo podemos ayudar sin caer en acciones que, aunque bienintencionadas o por desconocimiento, no benefician a ninguna de las partes. Para ello, compartimos contigo los 10 nuncas del Alzheimer desde la Fundación Alzheimer España:
- NUNCA discutas con el enfermo, ponte de acuerdo con él.
- NUNCA trates de razonar, distrae su atención.
- NUNCA le avergüences, ensálzalo.
- NUNCA trates de darle lecciones, serénalo.
- NUNCA le pidas que recuerde, rememórale las cosas y hechos.
- NUNCA le digas «ya te lo dije…», repíteselo cuantas veces haga falta.
- NUNCA le digas «ya te lo dije…», dile «haz lo que puedas».
- NUNCA le exijas y ordenes, pregunta y enséñale.
- NUNCA condesciendas, dale ánimos o ruégale.
- NUNCA fuerces, refuérzale.
El Alzheimer todavía no tiene cura y se desconoce su origen y causas. Debemos unificar la ayuda para la detección precoz y la prevención de la enfermedad y encontrar una solución para las millones de personas que la padecen junto a sus familiares. Puedes colaborar en cualquiera de las fundaciones, asociaciones y ONGs que luchan día a día por lograr revertir las consecuencias y el número de afectados que crece cada día con una donación o participando en sus muchos programas de ayuda. Enfrentar el Alzheimer está en nuestras manos.
Avantis Salud