El término “agujetas” se refiere a un dolor en los músculos, como por ejemplo los del muslo y la pantorrilla. La causa puede ser una sobrecarga al realizar deporte u otra actividad física.

El dolor no suele comenzar de forma inmediata, sino más bien unas horas después del esfuerzo. Es el propio dolor, el que afecta a los músculos y les impide una movilidad normal.

Hablamos de ellas:

¿Qué son las agujetas? Normalmente se trata de un dolor muscular inofensivo que aparece especialmente después de una actividad física excesiva (casi siempre relacionado con el deporte).

¿Cuáles son las causas de ese dolor? Se trata de micro lesiones en las fibras musculares. Aparte de los motivos por un sobreesfuerzo, su causa también puede estar debida a unos procesos inflamatorios, ataques epilépticos o por la toma de ciertos medicamentos.

¿Qué podemos hacer en el caso de padecer unas agujetas? Lo principal es evitar hacer esfuerzos y a veces también ayuda calentar y estirar ligeramente los músculos afectados.

¿Se puede prevenir? Normalmente se puede prevenir realizando un entrenamiento físico regular mediante una progresión correcta del entrenamiento (aumento progresivo y lento).

¿Cuándo hay que acudir al médico? Si el dolor persiste durante más de diez días o si no ha habido actividad física excesiva o inusual antes del comienzo del dolor.

Más datos interesantes:

En caso de dolor muscular, las fibras musculares dañadas se suelen regenerar por sí solas y sin más consecuencias. Normalmente dura pocos días: el peor momento casi siempre aparece durante el primer o segundo día después del ejercicio y debe haber disminuido en un plazo máximo de siete a diez días.

Por lo tanto, no es necesario realizar una terapia especial para eliminar las agujetas, sin embargo podemos ayudar a minimizar las molestias:

  • Lo más importante es tener paciencia: la mejor manera de deshacerse de las agujetas es dejar que se curen solas. No hacer sobreesfuerzos ni automedicarse con productos milagrosos.
  • Si el dolor es muy intenso se puede aliviar: los analgésicos antiinflamatorios no combaten las agujetas por sí mismos, pero pueden ayudar a aliviar temporalmente el dolor.
  • La experiencia nos demuestra que el tratamiento térmico también puede ser útil y contribuir a una recuperación más rápida de las fibras musculares. Eso ocurre, porque el calor aumenta la circulación de la sangre en los músculos.
  • Estiramientos y aflojamientos: se puede aliviar temporalmente el dolor muscular mediante ejercicios pasivos de estiramiento y aflojamiento de las zonas doloridas. Esto puede hacer que los calambres se aflojen y que el líquido acumulado en el músculo en forma de edema, se vaya eliminando.
  • Nutrición: La ingesta de carbohidratos y proteínas después del ejercicio ayuda a los músculos a regenerarse. Como resultado, el dolor muscular puede llegar a ser menos severo.
  • Para los deportistas: ¿Puedo entrenar a pesar de las agujetas? La respuesta es sí y no. Los dolores musculares son lesiones musculares, por ello se debe tomar con calma por un tiempo y evitar esfuerzos. Eso sí, una actividad física ligera estimula el metabolismo y un entrenamiento ligero puede incluso ayudar a reparar el daño muscular de una forma más rápida. Uno de esos entrenamientos recomendados es, por ejemplo, el ejercicio de movimientos ligeros dentro del agua.

Desmintiendo creencias: El ácido láctico no tiene la culpa.

La suposición generalizada de que el dolor muscular está causado por una sobreproducción de ácido láctico en el músculo sometido a estrés, ha sido refutada. Usando un microscopio electrónico, los científicos pudieron identificar que el motivo de las agujetas está exclusivamente provocado por esos finos desgarros de las fibras musculares.