La lactosa es un azúcar que se encuentra en la leche y los productos lácteos. Su asimilación se produce en el intestino delgado gracias a una enzima digestiva: la lactasa. De hecho, divide la lactosa en glucosa y galactosa para permitir su absorción.

Las personas intolerantes a la lactosa no producen suficiente o nada de lactasa. Como resultado, la lactosa pasa al intestino sin haber sido digerida y su presencia provoca alteraciones gastrointestinales.

Estas ocurren de 10 a 20 minutos después de ingerirla y pueden durar varios días, pero la sensibilidad a la lactosa varía mucho de una persona a otra. Mientras que en algunas una pequeña dosis de lactosa será suficiente para causar síntomas graves, otras pueden soportar una cantidad mucho mayor sin problemas notables. 

¿Cuáles son los síntomas más comunes?

  •  Hinchazón
  •  Dolores abdominales
  •  Diarrea
  •  Flatulencia
  • Malestar general

Consejos para reducir los síntomas

  •  Elige productos sin lactosa; hay mucha variedad, como leche, yogur, queso y helados, entre otros.
  •  Consume alimentos con cultivos activos (como el yogur) que facilitan la digestión de la lactosa.
  • Toma jengibre: ayuda a aliviar problemas gastrointestinales y reducir las náuseas y los gases.
  • Evita las molestias cambiando tu dieta: La mayoría de las frutas, verduras, cereales y carnes no contienen lactosa.

¿Existen medicamentos que puedan ayudar a la intolerancia a la lactosa?

Si, de hecho las píldoras de lactasa se pueden tomar antes de las comidas que contengan lactosa para que sea menos probable que tengas síntomas. También hay gotas de lactasa que se pueden agregar a líquidos como la leche y la crema. 

Para más información, consulta en tu farmacia Avantis más cercana sobre el cuidado y la salud digestiva.

Ante la duda, siempre debemos consultar con nuestro médico de confianza o solicitar una cita en cualquiera de nuestros centros de la Red Avantis, donde podrán realizar un diagnóstico y ayudarte.

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