Llega el verano y con ello nuestras ansiadas vacaciones. Por eso, es importante tener en cuenta ciertos consejos que pueden ayudarnos a mantener una buena salud y así poder disfrutar de ellas al máximo.

El verano es una época del año que invita a pasar más tiempo fuera de casa, a hacer deporte, ir a la playa o piscina y en esencia, a disfrutar de nuestro tiempo libre. El hecho de que realicemos más actividades de lo habitual sumado a las  altas temperaturas características de esta época del año hace que tengamos que tomar algunas precauciones si queremos disfrutar de todo lo positivo de esta época sin poner en riesgo nuestro estado de salud, especialmente aquellas personas que padezcan o hayan padecido algún tipo de enfermedad cardiovascular.

A continuación, os damos algunos consejos que seguro os ayudan a disfrutar al máximo de vuestras merecidas vacaciones sin comprometer vuestra salud.

Moderar la exposición al sol

Aunque tomar el sol es necesario para metabolizar la vitamina D, no debemos abusar de esta práctica y mucho menos durante las horas de calor más intenso (12 a 17h). Si nos gusta ponernos morenos/as, no hay que olvidar que debemos hacerlo de manera progresiva y SIEMPRE aplicarnos protección solar de manera recurrente. Así podremos evitar quemaduras producidas por los rayos del sol o incluso problemas más serios como son los melanomas.

Aplicar fotoprotector adecuado a cada tipo de piel

La protección solar es imprescindible cuando vamos a pasar mucho tiempo bajo el sol, especialmente si vas a pasar el día en la playa o al aire libre. Las radiaciones solares producen fotoenvejecimiento de la piel, manchas y en algunos casos quemaduras.

Es recomendable usar una protección solar superior a 30. Los primeros días del verano son fundamentales, ya que nuestra piel no está acostumbrada aún a pasar tantas horas bajo el sol. La protección solar debe aplicarse generosamente por todo el cuerpo, y repetir el proceso cada 2 horas o después de bañarse en el mar o la piscina. No olvides proteger zonas delicadas como el escote, las manos, el cuello o las orejas.

Si tienes una piel muy sensible o alérgica, tendrás que usar una protección solar mayor, y exponerte al sol de forma gradual. Los primeros días con tomar el sol 10 minutos sería suficiente, aumentando progresivamente la duración.

Los fotoprotectores deben seguir la Recomendación de la Comisión Europea relativa a la eficacia de los productos de protección solar y las declaraciones sobre los mismos (2006/647/CE). Un FTP debe ser seguro, proteger frente a los daños a corto (eritema) y largo plazo (prevención de cáncer cutáneo fotodermatosis y fotoenvejecimiento), y cubrir un amplio espectro frente a radiaciones UVB, UVA, IR-A y luz visible. La atenuación de la radiación se obtiene mediante sustancias que cumplen los siguientes requisitos biofísicos:

  1. Absorción y filtración de la radiación UV en la superficie del estrato córneo a fin de prevenir su penetración hacia la epidermis y la dermis.
  2. Dispersión de las radiaciones y Reflexión de las mismas.
  3. Inactivación y/o destrucción de los radicales libres y las especies reactivas de oxígeno (ROS) que se producen en la piel fotoexpuesta.
  4. Reparación del daño celular cutáneo inducido por la radiación solar.

En la campaña europea de prevención contra el cáncer de piel, los dermatólogos aconsejan consultar con el especialista cuando una mancha cambia de color, tamaño o forma, es diferente al resto de manchas de la piel, es asimétrica, tiene un tacto áspero o varios colores, es mayor de 5 milímetros, pica, sangra o tiene una superficie brillante.

Aunque cualquier persona puede padecer un cáncer de piel, éste es más frecuente en personas mayores de 50 años o aquellas que se han expuesto al sol de forma prolongada o intensa. Así, las personas con mayor riesgo son las que tienen la piel clara o sufren quemaduras solares con facilidad, tienen historia de quemaduras solares en la infancia, pasan muchas horas al sol –tanto por ocio como por trabajo-, se exponen a sol de forma intensa en cortos periodos de tiempo, tienen más de 50 lunares o tienen una historia familiar de cáncer de piel.

Los principales consejos que ofrecen los dermatólogos para minimizar el riesgo de cáncer de piel son buscar la sombra y no exponerse al sol en las horas centrales del día, proteger la piel y los ojos mediante el uso de gorra, camiseta y gafas, aplicar un protector solar con un factor elevado cada dos horas o evitar el uso de cabinas de bronceado. Además, se recomienda extremar las medidas de protección para los niños, usando un protector solar con un factor elevado, camiseta y gorra.

Una buena prevención es muy importante para reducir los casos de cáncer de piel y melanoma y un diagnóstico temprano aumentan las posibilidades de remisión. La autoexploración es una de las medidas más efectivas a la hora de la prevención o de la rápida detección del cáncer, pero ha de ir acompañada de un buen cuidado de la piel.

La técnica ABCD es uno que se puede usar para autoexplorar la piel y detectar cambios que nos indique realizarle una visita al médico para que nos realice un examen con más profundidad. Consultar al dermatólogo cuando se cumple una o varias características:

  • Asimetría en los ejes: Cuando la mitad del lunar no es igual a la otra.
  • Bordes irregulares: Cuando los bordes del lunar no son regulares.
  • Color: Cuando el color no sea uniforme y sea variado.
  • Diámetro: Cuando es mayor a 5 mm.
  • Evolución: Cuando crece el lunar.
Protector-solar

Consejos generales para un verano saludable

1. El baño

– Bañarse en zonas habilitadas y siempre que estén vigiladas por socorrista.

– Si no conoce bien el lugar, su fondo o profundidad, evitar tirarse de cabeza.

– Procurar no bañarse de noche y no hacerlo si ha consumido alcohol.

– Si va con niños manténgalos vigilados en todo momento.

2. Sigue activo

No dejes de moverte ni hacer deporte. En verano siempre tenemos tiempo libre. Dedica algún momento del día a combatir el sedentarismo y así, mantenerte en forma. Es muy importante que, durante la actividad física, te mantengas hidratado. Se recomienda beber agua minutos antes de empezar. Evita los exteriores en las horas centrales del día y, si haces deporte en interiores, asegúrate de que está bien acondicionado.

3. Alimentación

– Beber abundante agua.

– Lavarse las manos antes de preparar los alimentos.

– Mantener en el frigorífico aquellos alimentos que lo requieren.

– Comer mucha fruta y verdura.

– Evitar las comidas abundantes y copiosas.

4. Duerme bien

A veces, el calor es tan insoportable que no deja dormir. Seguro que alguna vez te ha pasado, ¿verdad? Y el cansancio es el mayor causante de la fatiga y la debilidad física. Para solucionarlo, procura beber mucha agua y dormir en un lugar ventilado. De lo contrario, no podrás descansar como es debido. Como ves, disfrutar del verano con un estado de salud óptimo es muy fácil, ¡solo tienes que seguir estos consejos de salud!

5. Protegerse de las picaduras de insectos

– Emplear telas mosquiteras en ventanas y puertas, cuartos de bomba con depósito de agua potable o para la recepción de residuales, bajos inundables de edificios etc.

-Dejar la luz apagada si tenemos la ventana abierta, ya que los mosquitos acuden a la luz.

-En el exterior, procurar mantenernos alejados de espacios donde haya agua estancada sin tratar (agua clorada), como desguaces, fuentes, piscinas hinchables, estanques, lavaderos, agujeros de árboles.

– Usar repelentes contra mosquitos en casos en los que estemos en una zona donde abunden y en las horas en las que pican con más frecuencia, a la caída de la tarde o durante la noche. No elija productos que no estén registrados para ‘uso doméstico’. Lea detenidamente el contenido de las etiquetas antes de utilizar el producto.

– En caso de usar aerosoles (insecticidas) hay que airear bien las habitaciones. Deben estar igualmente registrados para ‘uso domestico’. Los difusores eléctricos antimosquitos para el interior de las habitaciones deben usarse siempre con las ventanas abiertas al menos cuando se pernocte en ellas.

6. Picaduras de animales marinos (erizos, pez araña…)

-Lo primero que debe hacer es salir del agua.

– Lave la zona de la picadura con agua abundante con el fin de eliminar el mayor número posible de espinas.

– Sumerja la zona afectada en agua lo más caliente posible, sin quemarse, durante aproximadamente 30 minutos. El calor destruye las toxinas del veneno.

– Para eliminar el resto de las espinas, utilice unas pinzas o guantes protectores. Si nota que las espinas no salen con facilidad, deje de intentar sacarlas ya que podrían introducirlas más en la piel y facilitar la infección.

– Mantener la extremidad en alto y en reposo.

– Puede tomar algún analgésico, tipo paracetamol, si lo precisa.

– Curar diariamente la zona.

-Se debe acudir al médico si el estado general empeora progresivamente con el inicio de complicaciones respiratorias, convulsiones o alteraciones cardíacas; si no puede extraer las espinas con facilidad; si aumenta el dolor o la hinchazón, o si hay supuración en la zona de la lesión y aparece fiebre.

7. Y en caso de picadura de medusa

– Salir del agua lo antes posible.

– Limpieza de la zona afectada por la picadura con agua salada o suero fisiológico. Nunca se debe utilizar agua dulce ya que podría romper las células urticantes, agravando el problema.

– Si hay algún resto de tentáculo adherido a la piel, quitarlo cuidadosamente con unas pinzas.

– Aplicar frío con un paño durante unos 15 minutos. Nunca se debe frotar la zona con toallas, arena, ni otros objetos.

– Acudir al puesto socorro, donde nos podrán administrar un antihistamínico y/o un analgésico si fuera necesario, o bien trasladarnos a un centro médico si fuera preciso.

Y no olvidar lo más importante: disfrutar del verano con salud.

Playa

Enfermería-avantis

María Dolores García Gallegos
Enfermera Avantis